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jueves, 11 de marzo de 2010

PREPARAN ADIÓS Y HOMENAJES A FEDERICO ESPARZA - El Profe Esparza, El caricaturista de León

Preparan el adiós de Federico Esparza





Por: Martín Diego , Jueves, 11 de Marzo de 2010

El fallecimiento del cartonista y escritor, pero sobre todo pensador popular y casi antropólogo Federico Esparza González, dejó una huella en las páginas de los diarios de la localidad, pero sobre todo, una ausencia del observador y analista de los acontecimientos cotidianos.

Esparza González, nacido en Aguascalientes en 1937, tuvo como segunda y última morada la ciudad que dibujó, trazos mordaces y críticos de las andanadas políticas y ocurrencias de los mandatarios de los últimos tiempos.

¿Quién no se detuvo a ver los trazos nacidos del pincel de El Profe que cavilaba con música lo mismo de otro grande, Copo de Nieve, o la popular mexicana?".

Maestro rural de profesión, pero enseñador noble y desinteresado de la vida común, El Profe no dejó uno sólo de sus días en pensar y proponer, criticar pero dar una salida, creador de un género propio de las plumas locales.

Su vasta vida fue también un abanico.

Fue Jefe de Selección, Capacitación y Desarrollo de Personal en el IMSS de Aguascalientes y Guanajuato. Ganador de los certámenes de cuento Efrén Hernández y Ciudad de León.

Escritor de los libros de cuentos "Pérfida, adúltera, cadáver (a ritmo de bolero y cha-cha-cha) y del epistolario "Su afectísimo y Atento" donde realizó además de la escritura, la ilustración de personajes de Guanajuato.

Maestro del taller de Literatura en la Casa de la Cultura de León y consejero del Instituto de Cultura de León, El Profe Esparza fue amigo de importantes escritores y periodistas no sólo de la región, sino del país.

Murió luego de estar en su segunda casa, la Casa de la Cultura y tras dejar muestras de enseñanza en sus alumnos. Las autoridades, planean ya un homenaje póstumo.

Correo. Fuente.








Federico Esparza: el cartonista de León

La vida y obra de Federico Esparza González comienza a contarse a partir de su vida familiar.

Hijo de un profesor rural, El Profe siguió el ejemplo de su padre y junto a su esposa Virginia, trabajó en comunidades alfabetizando niños y jóvenes. En ese ámbito, también publicó un libro de cuentos para campesinos recién alfabetizados

Proveniente de Aguascalientes, trabajó por muchos años en el IMSS y fue participante del taller literario en la Casa dela Cultura.

Amigos entrañables con los que vivió su pasión por el periodismo fueron Arturo Barrera, Miguel Barragán o Leopoldo Navarro, con quien compartió incontables “incursiones sociológicas” en la vida nocturna de la ciudad.

Por mucho, el mejor cartonista de la ciudad, el último año había recobrado su carrera en el periódico MILENIO, en donde publicó sus últimas caricaturas políticas.

Autor del libro Pérfida, adultera, cadáver... y de semblanzas biográficas de personajes históricos de Guanajuato a manera de cartas, entre otras obras.










Milenio. Fuente.








Un sentido adiós al caricaturista de León

El fallecimiento de El Profe Esparza, deja a la comunidad artística y periodística de la región, con un sentido luto, pero también con la certeza de que su partida fue tan honorable como lo fue su vida. Descanse en paz, Federico.

Puede decirse que Federico Esparza González se vistió para su funeral. De su personalidad, era notable su pulcritud y propiedad al vestir. Para cualquier ocasión, El Profe siempre estuvo presentable y combinado, y la mañana del martes 9 de marzo, no fue la excepción.

Mauricio, hijo menor del matrimonio Esparza Rodríguez, relata que durante el desayuno que su padre compartía con su esposa Virginia, “Federico andaba estrenando traje… yo veo que su pulcritud y su buen vestir eran una forma de mostrar ese amor que siempre le tuvo a la vida”.

Federico Esparza ya no podrá dibujar cartones o escribir libros. El hueco que deja será difícil de llenar. Sin embargo, el legado que hereda a la comunidad periodística y artística de la ciudad, es rico y trascendente; tal como fue su vida.

Así lo cree su entrañable amigo y vecino por más de 30 años, el empresario Jesús Vázquez, quien acompañado de su esposa, brindó el pésame a la familia Esparza Rodríguez la noche del martes, durante su velorio.

Jesús Vázquez recuerda que Federico Esparza era una persona muy culta, “y como ser humano, fue un gran amigo que siempre me dio su consejo y apoyo”. Uno de los más apreciados recuerdos que Vázquez tiene de Esparza, es el día en que recibió de sus manos, como un obsequio, el manuscrito original de uno de sus libros.

Y es que Federico Esparza fue una persona que se dedicó a su carrera como periodista y escritor de forma decisiva y disciplinada: su labor de más de 30 años dibujando cartones políticos en la prensa local, sin jamás haber cruzado la delgada línea del respeto y la veracidad, lo comprueban.

“Me siento agradecido por todo lo que me heredó… y no precisamente por el talento, sino por la chamba de monero, el gusto por la vida y la posibilidad de vivirla de una forma lúdica”, comenta el menor de los Esparza Rodríguez.

Durante el funeral, los abrazos y las condolencias se repartían por todos lados; a pesar de la nostalgia y la tristeza de la ausencia del cartonista, no existía persona que no coincidiera con que la muerte de El Profe, fue un pago justo a la forma en que llevó su vida.

Sin embargo, no era posible dejar de vincular las dos recientes pérdidas de la familia Esparza: Federico y Carolina, padre e hija, quienes dejaron este mundo con 5 meses de diferencia.

“Los Esparza Rodríguez crecerán, indudablemente… estoy segura que Carolina lo estará esperando allá, del otro lado”, dijo con la voz entrecortada Silvia Cristales, amiga de la familia Esparza.

Al Profe le sobreviven cinco hijos y su esposa; amigos entrañables; alumnos de talleres literarios; un feliz recuerdo y una computadora y un escáner que empleaba para enviar por correo electrónico sus cartones y colaboraciones al último medio para el que trabajó. También dejó libros, muchos libros entre los que sobresale uno escrito de su puño y letra, sobre sus memorias, el cual será revisado por su hijo Mauricio; así como una novela incompleta en la que trabajó por varios años.

“Recuerdo que decía: «yo soy de los que no creen en Dios, pero mejor no lo digo porque no vaya ser cierto»”, concluye el menor de sus hijos, para que así, con humor y tristeza, con un gran hueco en nuestros corazones, pero con la certeza de que vivió una vida plena, nos despidamos de Federico Esparza, El Profe.

Brinda alcalde condolencias

••• A nombre del Gobierno Municipal, el alcalde de León, Ricardo Sheffield, dio su más sentido pésame a la familia Esparza Rodríguez por el fallecimiento de El Profe, a quien reconoció por su labor como periodista.

“Como político, me parecía interesante y divertido analizar a través de su caricatura la crítica profunda que nos hacía... siempre es positiva porque nos ayuda a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestro trabajo”, dijo Sheffield sobre el caricaturista de MILENIO León.

“De origen hidrocálido, por demás avecindado y querido en León, panza verde por derecho, los medios periodísticos y la sociedad en general sufrimos la perdida de este escritor, caricaturista y crítico político; maestro y formador de muchos de ustedes”, declaró el alcalde Ricardo Sheffield, al tiempo que mostró su solidaridad a su esposa Virginia, a sus cinco hijos y a toda la familia Esparza Rodríguez. (León• Alejandro Sandoval)

León • Carlos Hugo González.

Milenio. Fuente.






Ya he platicado un poco más con Morís... Todo bien a pesar de la pérdida.




Morís escribió:


"Quisiera contarles que, hace algún tiempo, en el marco íntimo de nuestra amistad, el Profe Federico me propuso un pacto de honor:Él partiría primero, porque no estaba dispuesto a padecer, una vez más, la tristeza de tener que despedir a su gente. Quería hacerlo de forma súbita y pacífica, alrededor de los 70.Viendo qu...e la idea no me gustaba del todo, se comprometía, mientras tanto, a no desperdiciar un segundo en actitudes inútiles ni actividades improductivas, y lo que es más, con tal de que lo dejara cumplir ese secreto deseo, prometió que habría de hacer de su vida un regocijo completo, que iba a atender exclusivamente a los impulsos de su espíritu, llenando sus días con horas de gozo, que en su caso, aclaró, tendrían que ver con el placer de la lectura, la creación literaria, el lúdico desmán del dibujo de caricaturas, las aulas, el reparto casi robinhoodiano del tesoro de la cultura; allegarse por las mejores compañías, por sus favoritas. Se la jugaría en cada momento por lo que le gustaba.Ejercería, pues, con toda intensidad su particular sentido del amor, revestido SIEMPRE por su también peculiar sentido del humor.Apenas así estuve conforme y listo para sellar el pacto. Mi parte consistiría simplemente en no llorarle más de lo necesario, en no desperdiciar un segundo en lamentaciones irracionales y en honrar amorosamente la vida que me dio.Una vez que estuvimos de acuerdo, el Profe Federico, mi capitán, se dedicó a leer, a escribir, a hacer sus ácidos cartones; se integró al Consejo Cultural, a sus amados talleres literarios, sólo abrió los oídos y la boca para contenidos ricos y enriquecedores y el corazón para querernos y dejar que lo quisiéramos.Él, a los 72 años ha cumplido su parte. Les platico entonces, que la forma en que se ha ido es por demás merecida. Se fue antes que todos nosotros, su gente, y si quieren adherirse conmigo a este pacto, no hay más que llorarle un tanto, y luego, en su nombre, honrar amorosamente el ejemplo que nos representó.A todos, un abrazo."




Junto con un cartón:







El León de Cobre y El Cerrito de las Ranas:









1 comentario:

FERONG dijo...

Recuerdo cuando conocí al Profe, era 1996 y organizamos una exposición temporal con las obras de Federico Esparza. Pero no quiero hablar yo.

Acabo de andar en el Facebook y me encontré este texto escrito por Morís:


"Quisiera contarles que, hace algún tiempo, en el marco íntimo de nuestra amistad, el Profe Federico me propuso un pacto de honor:Él partiría primero, porque no estaba dispuesto a padecer, una vez más, la tristeza de tener que despedir a su gente. Quería hacerlo de forma súbita y pacífica, alrededor de los 70.Viendo qu...e la idea no me gustaba del todo, se comprometía, mientras tanto, a no desperdiciar un segundo en actitudes inútiles ni actividades improductivas, y lo que es más, con tal de que lo dejara cumplir ese secreto deseo, prometió que habría de hacer de su vida un regocijo completo, que iba a atender exclusivamente a los impulsos de su espíritu, llenando sus días con horas de gozo, que en su caso, aclaró, tendrían que ver con el placer de la lectura, la creación literaria, el lúdico desmán del dibujo de caricaturas, las aulas, el reparto casi robinhoodiano del tesoro de la cultura; allegarse por las mejores compañías, por sus favoritas. Se la jugaría en cada momento por lo que le gustaba.Ejercería, pues, con toda intensidad su particular sentido del amor, revestido SIEMPRE por su también peculiar sentido del humor.Apenas así estuve conforme y listo para sellar el pacto. Mi parte consistiría simplemente en no llorarle más de lo necesario, en no desperdiciar un segundo en lamentaciones irracionales y en honrar amorosamente la vida que me dio.Una vez que estuvimos de acuerdo, el Profe Federico, mi capitán, se dedicó a leer, a escribir, a hacer sus ácidos cartones; se integró al Consejo Cultural, a sus amados talleres literarios, sólo abrió los oídos y la boca para contenidos ricos y enriquecedores y el corazón para querernos y dejar que lo quisiéramos.Él, a los 72 años ha cumplido su parte. Les platico entonces, que la forma en que se ha ido es por demás merecida. Se fue antes que todos nosotros, su gente, y si quieren adherirse conmigo a este pacto, no hay más que llorarle un tanto, y luego, en su nombre, honrar amorosamente el ejemplo que nos representó.A todos, un abrazo."


Nos ha compartido igualmente un cartón que postearé pronto.

Saludos.

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